Las protestas contra la estricta política de covid cero que sacuden China han dejado una imagen insólita: decenas de policías antidisturbios enfundados en trajes EPI tratando de contener a los manifestantes en la ciudad de Cantón, en el sur del país. Allí los miles de casos diarios desembocaron en los últimos meses en el cierre de varios distritos, contra lo que se han rebelado vecinos de esta población de 15 millones de habitantes.

Varios vídeos difundidos en las redes sociales, y verificados por la agencia Reuters, muestran a los agentes avanzando en formación sobre las barricadas que los manifestantes habían derribado. También se aprecia como los manifestantes lanzan botellas de vidrio hacia los agentes. El descontento generalizado lleva meses asomando entre la población china por el férreo confinamiento, tras una oleada de rebrotes en el país.

Horas después de las violentas protestas, las autoridades de Cantón han anunciado la reapertura de al menos cinco distritos que permanecían confinados, levantado las restricciones tras casi tres años. En Haizhu, el más golpeado por el coronavirus, las autoridades permitirán "en principio" que algunos de los contactos cercanos de contagiados se confinen en casa en vez de en los centros comunitarios habilitados para ello.

Las autoridades han anunciado que tomarán "medidas enérgicas" contra "actividades de infiltración y sabotaje" provenientes de "fuerzas hostiles", según medio estatales. Varias personas han sido detenidas en las marchas que recorren las principales ciudades del país, como Pekín o Shanghái, epicentro de las protestas que se han intensificado desde el fin de semana. El desencadenante: la muerte de diez personas en el incendio de un edificio confinado de la ciudad de Urumqui. La zona estaba protegida por barreras, lo que impidió a los bomberos llegar a tiempo. 

La policía ha desplegado un fuerte dispositivo para frenar las protestas y revisa los teléfonos móviles de los participantes en busca de contenidos sospechosos o programas informáticos que puedan utilizarse para eludir la censura en Internet.