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La nueva gama Mustang 2024 tiene como nueva versión tope de gama y sucesor del Mach 1 a este Pony Car que parece salido de los circuitos con una puesta a punto y estética exclusivas.

La nueva generación del Ford Mustang que aterrizó el pasado septiembre no llegó sola, sino que con las habituales versiones propias de la gama Mustang, también se presentó una nueva versión radical, que en esencia viene a reemplazar al Ford Mustang Mach 1. Se trata del Ford Mustang Dark Horse, una auténtico Pony Car "pata negra" que llega para ser el nuevo tope de gama de la familia, al menos hasta la llegada de los Shelby, y sobre todo la versión más hardcore y cercana a la pista de toda la familia. No en vano Ford la presentó como una versión capaz de "ofrecer el mayor nivel de rendimiento orientado al circuito de cualquier Mustang hasta la fecha".

Su aspecto por sí solo ya resulta intimidante. Encontramos una carrocería mucho más agresiva con un faldones extendidos, un generoso splitter delantero y difusor trasero, detalles oscurecidos como los faros, la parrilla, de nuevo diseño, o los escapes, llantas de 19 pulgadas y sobre todo un generoso alerón trasero.

Todo ello acompañado de un siniestro color exclusivo Blue Ember metalizado capaz de cambiar de tono en función de la luz. Para lograrlo se han añadido varios pigmentos con distintas tonalidades y un toque ámbar. Así en función del momento del día y la luz que recibe se verá en un tono u otro. Esta exclusiva pintura se acompaña además de una serie de gráficos pintados a mano y vinilos, presentes en el capó

La última entrega de Ford con respecto a este Dark Horse ha llegado de la parte del interior, que destaca por un toque exclusivo con una combinación de gamuza y molduras en negro brillante en carbono con costuras en azul brillante y ciertas insignias Dark Horse presentes con el número de serie de la unidad. Otro gran protagonista son los deportivos asientos Recaro o el curioso pomo para la palanca de cambios, de titanio acabado en azul adonizado. Todo ello acompañado por supuesto de lo último en tecnología de Ford, recientemente aterrizado en la familia Mustang.

Pero al final lo que hace realmente especial a este Dark Horse es su extraordinario rendimiento, el más enfocado a la pista en la historia de los Mustang.

Para conseguirlo este Dark Horse se presenta con el motor Coyote V8 5.0 litros más potente hasta la fecha, gracias a novedades como unas bielas de pistón forjadas procedentes del del Shelby GT500 o un nuevo cigüeñal y en general un extra de refrigeración en la mecánica que dan como resultado una potencia de 506 CV y 566 Nm de par. Además otro de sus grandes atractivos es la presencia de un cambio manual Tremec de seis velocidades -dejando la automática de 10 marchas como opción-.

A estos ingredientes en el motor se suma también un chasis considerablemente revisado con amortiguadores MagneRide de serie, una barra estabilizadora más grande, neumáticos Pirelli P Zero, frenos Brembo de 13,9 pulgadas y seis pistones, y más refrigeración para otros componentes, como unos conductos para los frenos, un enfriador de aceite de motor auxiliar, enfriador de eje trasero, y un nuevo radiador. A nivel dinámico también seguirá contando con el freno de derrapes eléctronico del resto de Mustang.